A Marta mi mujer le gustaba mucho la follara por el culo, más que por el coño, y se corría como una loca.

Todo empezó cuando nos hacíamos el 69 acariciándome el culo y cosas, así. Ni podía imaginar por donde iba ya en su plan.

Así que poco a poco me iba metiendo el dedo en el culo y debo confesar que me gustaba, hasta que un día me lo propuso, mira Juan, se que te gusta te meta el dedo en el culo, disfrutas, ¿verdad?

¿Qué te parece si compramos un arnés de cintura y yo te follo el culo?

Me dejo tan sorprendido que le dije: Marta una cosa es que me metas el dedo que me gusta y otra una polla de látex.

Bueno lo que tu quieras. Pero si prefieres una de verdad vamos hacer un trio, y que te rompa el culo un tío si crees que será mejor que yo y mi látex.

Claro que también me chantajeo: Tu mismo “este culito ya no lo follas”, joder! e iba en serio, que me la conozco.

Total que le dije: Vamos a probar lo siguiente compramos de momento una polla pequeñita a ver que pasa. En vez de meterme el dedo me metes esa polla a ver.

Me gusto y mucho, me corrí como un loco, así que no tardamos en ir a comprar un arnés de cintura y ella me rompió el culo, eso si, fue delicadita por que no compramos una cualquiera, 22 cm de polla que compramos, y la mía hace 18 cm.

Pero Marta aún no tenía bastante con eso, y llegó con otra propuesta, quería un trio con un tío bisex que me follara y eso, eso si que me costo mucho más, pero claudique.

Entramos en webs de contactos, quedamos con algunos tíos, a ver si había feeling, pero nada.

Ella me decía mira han pasado chicos muy majos, creo que no te atreves y nada más. Bueno seguimos buscando hasta que apareció uno, más mayor que yo,pero bien conservado.

Bueno ahí que vamos, la verdad el tío sabía, como podéis imaginar hicimos de todo, lo más jodido fue cuando me pidió que le chupara la polla, joder! ni lo había pensado, mi polla estaba dura, pero se me vino abajo.

Marta dijo, ven se la vamos a chupar los dos y eso hicimos y bueno... se me puso dura.

Así que era mi turno, Marta le cogió su polla y la apunto a mi culo, si que era bien diferente al latex, ya que me abraso su capullo en mi culo.

Poco a poco la iba metiendo y me quemaba, me ardía en cada movimiento suyo, me abrasaba, pero era un placer indescriptible.

Marta estaba bien caliente, había logrado lo que quería, así que se puso a chuparme la polla y bueno, cuando explote, fue demasiado.

Esta es mi historia sobre bisexualidad forzada.