Conociendo a una mujer dominante
Ayer no podía dormir y me tuve que masturbar dos veces, cosa que últimamente no hacía por falta de deseo. La conocí hace dos días a través de un sitio web. Ella me contactó atraída por el mensaje de mi perfil: Busco mujer dominante.
Después de presentarnos y hablar de aspectos generales de nuestra vida, pasamos a hablar de lo que cada uno esperaba de una relación FEMDOM, de las experiencias pasadas: y de las expectativas de cada uno.
A los dos nos sorprendió nuestra coincidencia. Nuestro enfoque es muy parecido. Nuestras experiencias, siendo diferentes, van en la misma línea. Nuestras expectativas parecen prácticamente similares.
Hemos quedado a cenar dentro de dos días. Mientras tanto seguimos hablando, pero además estamos ya intercambiando vídeos y experiencias íntimas.
Estoy muy excitado ante la cita. Es mucho el tiempo que ha pasado desde que empecé a buscar. No encontré nada parecido a lo que quería. Buscaba una mujer dominante más joven que yo, a ser posible, que tuviera alguna experiencia anterior. Pero que tuviera la madurez suficiente para enfocar la dominación desde un punto de vista mental.
Aquí empiezo a pensar mis contradicciones. No quiero situar las expectativas demasiado alto.
No quiero sentir el riesgo, de ver que por alguna razón luego no se cumplen. Me es difícil rebajar las expectativas, cuando las conversaciones con ella han sido tan fluidas y tan positivas.
Ella es una mujer voluptuosa, con un tipo de los que me gustan. No puedo imaginarme la sensación de sentir su culo en mi cara. El calor de su feminidad, el peso de su cuerpo, su olor íntimo. La sensación de humillación que sentiré.

Quiero ser utilizado para su placer. Si, necesito verla disfrutar, sin que el mío importe.
Necesito sentir otra vez la sensación de pertenecer a alguien. De ser su juguete sexual. Que me obligue gentilmente a satisfacerla en el sitio y de la forma que a ella le guste.
No me importa sufrir para satisfacerla. Será un sufrimiento placentero que estoy deseando sentir. No le hago ascos a nada, quiero que ella desarrolle todo su morbo.
Quiero que me cuente cómo va a ser la relación, en lo que me va a convertir. El lugar que ella me va a proponer que ocupe en su vida.

Mientras tanto espero impaciente. Ella sabe que yo estoy inquieto. Me envía palabras de aliento.
Quiere que escriba mis sentimientos, y como muestra de mi sumisión hacia ella lo estoy haciendo.
Quiero que sus deseos se conviertan en realidad, y de paso mi sueño de pertenecer a una mujer.