Una experiencia con el arnés
Un nuevo relato:
Después de conocerla tuvimos un par de encuentros cada vez mas intensos. La timidez inicial la iba salvando el deseo.
Tienes un Arnès? Me encanta usar el arnés, me preguntò. La verdad es que había comprado uno cuando la conocí, esperando poder usarlo un dia, si bien... no tan pronto.
Es que me gusta mucho penetrar y me encanta tu culito. Yo me sonrojé al escuchar su desparpajo.
Después de una hora de dominación donde no faltaron desde los bofetones a los latigazos, pasando por clavarme sus tacones en el cuello y la espalda, ella se dirigió a la mesa abrió el paquete y empezó a ponerse el arnés.
Me encanta la polla, es enorme! Dijo con satisfacción, mientras lo acariciaba.
Me hizo poner a cuatro patas en la cama y empezó a calentarne el culo, metiendo rápidamente tres dedos. No te quejes son solo tres dedos, me dijo.

El glande del pene del arnés era enorme pero despues de empujar y añadir lubricante varias veces me entró de un tirón. Yo pegué un grito de dolor.
Entonces ella empezó a follarme ritmicamente el culo, con una energia y empuje inunsual en una Mujer.
Yo sentia un dolor tremendo. Mi culo estaba como virgen despues de mucho tienpo sin ser penetrado.
Mis gritos no la pararon excepto cuando grité la palabra de seguridad ya que el dolor era insoportable.
Me sentí humillado como nunca. No solamente yo no sentia placer sino que ella se lo estaba pasando en grande.
Es el poder que siento lo que me gusta... Creo que voy a follarte todos los dias que nos veamos. Me encanta follarte el culo, cielo.
Yo, azorado otra vez; me escape a la ducha. Mi culo ardia.
Se que a partir de ahora soy su jugete sexual. Ella es mi Ama, yo soy un agujero que follar cuando le apetezca a Ella.